CARTA DE MARIANNA DOÑA LOBA
Para las mujeres que asistirán a la Convergencia Intercultural de Mujeres Somos Medicinaen el Valle Sagrado.

Mis bellas amigas: Barcelona, 22/6/2019
He pensado mucho en cómo enfocar este escrito y he decidido hacerlo como una carta personal que escribo a mis amigas, contando entre ellas a todas las mujeres que siguen mis textos, para compartiros esta información hermosa y esencial.

Como muchas sabéis, la Abuela Luzclara es una de las mujeres que convocan la Convergencia Intercultural de Mujeres Somos Medicina que se celebrará del 9 a 14 en el Valle Sagrado de Perú, bajo el siguiente llamado: “Convocamos a todas las mujeres, mujeres medicina, sanadoras, mujeres puente, enlazadoras de mundos, caminantes del sagrado femenino, mujeres tejedoras de redes, facilitadoras de círculos femeninos, mujeres enlazadoras de culturas originarias y modernas, doulas, guardianas del nacimiento, guardianas de semillas, guardianas de saberes, guardianas de paz, guardianas de la vida y a todas las mujeres que sientan en sus corazones palpitando fuerte el llamado a reunirnos a unificar nuestros rezos en un sólo gran corazón que unifica la medicina circular femenina y enlaza nuestra hermandad al servicio del equilibrio femenino-masculino en nosotras, nuestra Tierra, todas nuestras relaciones y ámbitos de vida.” 

Hasta aquí todo bellísimo y promete ser intenso… Pero, además, resulta que el Gran Misterio se ha manifestado de una manera sorprendente, tal y cómo Luzclara nos cuenta en su carta que os envié hace ya unos días.

A partir de que los abuelos del Valle sagrado conectaron con Luzclara para decirle que creían imprescindible que las mujeres de la Convergencia lleváramos nuestros rezos y ceremonias al Qorikancha, comenzaron a ocurrir cosas. Visiones y sueños fueron manifestándose, completando la información. Así es como, de pronto, nos hemos encontrado con una profecía que, como siempre ocurre, se está revelando poco a poco… dejándonos anonadadas.

Pero vamos paso a paso, ¿Qué es el Qorikancha? 
El Imperio Inca –llamado en quechua Tawantisuyu–, fue el más importante y extenso de toda la América precolombina. Cusco era la ciudad sagrada de los Incas y, como tal, allí se encontraba el más importante de sus templos, el Qorikancha.

El Qorikancha o Templo Dorado del Sol, estaba completamente decorado con oro. Para las cuatro regiones incas que formaban el Tawantisuyu, el Qorikancha era el centro germinal de toda su cultura y espiritualidad. Según nos informan sabios de la tradición, de ese templo egresaban mujeres y varones como sabios quechuas formados para comprender, percibir y practicar las enseñanzas de las energías más sutiles de la madre naturaleza y de su relación con la vida. Todas las enseñanzas de ese Templo-Universidad estaban escritas o reproducidas en oro, para que pudieran ser estudiadas. Sus pisos y paredes estaban también laminados en oro. Inti, el dios del Dol, estaba representado por una figura masculina de oro, y la diosa de la Luna por una figura femenina hecha en plata, ambos a tamaño natural. Además, en el patio central se encontraban reproducidas en oro y a tamaño natural vicuñas, aves, árboles, una plantación entera de maíz, flores, insectos, y todo tipo de ser vivo que imaginarse puedan. 

El Qorikancha fue el centro político, espiritual y energético de la civilización quechua. Cuando el conquistador español Pizarro cogió preso al emperador Inca Atahualpa, este le ofreció, a cambio de su libertad, llenar de oro su celda. Para cumplir esa promesa se trasladó oro de todo el Tahuantisuyu, y se desmontó el oro del Qorikancha. Cabe decir aquí que los incas no usaban dinero, y para ellos el oro no tenía un sentido monetario. El oro era sagrado y era un vehículo espiritual. Cuando saquearon su oro, el pueblo quechua fue despojado de su símbolo más sagrado. 

Durante tres meses el pueblo quechua estuvo entregando oro y plata a los conquistadores, hasta reunir 84 toneladas de oro y 164 de plata. Sin embargo, todo fue inútil, porque Pizarro traicionó su promesa y asesinó a Atahualpa y a toda su familia. El Qorikancha fue saqueado y desmantelado por completo. 

Tres años antes los Dominicos ya habían comenzado a aplastar el germen espiritual del Qorikancha, construyendo encima de sus muros el templo de Santo Domingo. Y no es casual que fueran los dominicos, o sea, la misma orden que abanderó desde el 1206, la Inquisición que arrasó con nuestras antiguas tradiciones paganas. Lo que primero hicieron con nuestras tradiciones originarias europeas, lo repitieron luego en América con sus culturas nativas.

En mayo de 1533 los españoles empezaron a fundir las piezas de oro robadas. El 17 de junio, terminada la fundición, Pizarro presidió el reparto del botín. Todos, desde los capitanes hasta los soldados de a pie, recibieron una fortuna cada uno. Esta es la historia del expolio del Qorikancha, que marca el declive de la cultura quechua. 

Esta historia me recordó otra sobre el oro, que siempre tengo presente. Hace 3 años, cuando mi marido y yo nos casamos, para hacer nuestras alianzas hicimos fundir oro de su familia y de la mía, según la antigua costumbre. El joyero que nos lo hizo me contó que el oro de las joyas siempre es el mismo, ya que desde siempre se ha ido fundiendo sucesivas veces en nuevas joyas. Consecuencia de ello es que, en las joyitas de oro que tenemos, muy probablemente hay oro sagrado Inca, oro sagrado de la Europa neolítica, o del imperio egipcio u oro de otras procedencias insólitas. Y también me contó que todo el oro del mundo proviene de la colisión de una estrella de neutrones. ¡Me fascinó pensar que en nuestras alianzas pudiera haber oro Inca procedente de la colisión de una estrella de neutrones!

Cuando Luzclara me contó el pedido de los sabios para que fuéramos a ceremoniar al Qorikancha (para consultarla clica aquí), llena de entusiasmo, me pasé la tarde buscando información sobre ese lugar. Como muchas veces me pasa, cuando me fui a dormir seguí procesando dormida esta información. Y soñé que abría un diario y leía que las mujeres españolas asistentes a la Convergencia, donaban joyas para devolver el oro expoliado del Qorikancha.

Me desperté dándole vueltas a esta idea y, aún medio dormida, pensaba que casi todas tenemos alguna joyita de oro que no usamos ni usaremos… y que, aquella que sintiera la llamada, podría llevar ese oro para devolverlo al Qorikancha… Lo ví clarísimo… Y lo ví posible. 
¡Claro que sí! ¿Por qué no? Aquello que una horda de guerreros españoles expolió, devuelto simbólicamente al Qorikancha por las mujeres españolas de la Tribu Blanca. 

Además ¿Quiénes sino las mujeres de la Tribu Blanca de España pueden gestar este acto ceremonial de sanación de las heridas de la Conquista? Hay una larga tradición en la historia de mujeres que donaron sus joyas cuando lo consideraron necesario para sus pueblos. Nosotras podemos sumarnos a esa lista, si sentimos resonar esta llamada en nuestros corazones.

Evidentemente esto es un acto de fe, una llamada que sólo puede ser respondida si nos resuena en el corazón y nos eriza la piel. Y no tiene ninguna importancia si lo que se recauda es una medallita, o cinco lingotes de oro. Lo importante es esa ofrenda pura del corazón de las mujeres de la Tribu Blanca, que es que la está despertando en masa ahora y poniéndose en marcha para compartir nuestro despertar con todas las mujeres de la Tierra. 

Entonces llamé a Luzclara y se lo conté. Ella me habló también de otras visiones y vivencias trascendentes que estaban experimentando otras mujeres, y yo le conté que aquí en España también había un par de mujeres que, sin saber nada, habían tenido sueños relacionados con el tema. Le pareció una buena idea mi propuesta y se la comunicó al mensajero de los sabios. Esa misma noche ellos hicieron una ceremonia para “ver”, y luego dijeron que el evento sería muy propicio, comunicándonos por carta lo siguiente:

“Quizás, esto sea la afortunada consumación de nuestras profecías más consagradas, sagradas y proscritas. Quizás del encuentro de esta energía femenina con el suelo de Qosqo asistamos al nacimiento del segundo Qorikancha, tan esplendoroso como su predecesor, tan sagrado como el útero, tan esperado como la vida en abundancia y equilibrio.

Quizás sea el gesto más extraordinario de la mujer de España ante los ojos del mundo. Una gran lección de historia para todos los tiempos. Mujeres trayendo de vuelta un poco del oro del antiguo Qorikancha trasladado a España, para que nazca el nuevo Qorikancha. 
Quizás es el legado más grande que usted, Panay Luzclara, pueda hacer junto a sus warmimasis… devolver la vida a la nueva civilización Qechua.
Urpillay Sonqollay
Salqa”

¿Qué más decir, amigas, después de estas emocionantes palabras?
Por todo ello os convoco, mujeres de la Tribu Blanca de España (y de todos los rincones donde las blancas habitamos). 
Si eres una de las asistentes a la Convergencia Intercultural de Mujeres Somos Medicina, que se celebrará del 8 al 14 de septiembre de 2019 en Pisac, puedes sumarte a esta aventura del Retorno del Oro del Qorikancha, llevando tu ofrenda. Si tus amigas resuenan con esta plegaria en acción, tú puedes ser también la mensajera porteadora de ese oro.
Sea una medallita o 5 lingotes, esa ofrenda simbólica será devuelta durante la ceremonia del Templo Dorado. El oro que se recaude se fundirá y será donado a la Universidad Quechua, que es lo más parecido a un Qorikancha que hoy existe, para que la juventud pueda formarse en la sabiduría de su tradición.

Nos vemos en Perú, amigas. ¡Os esperamos!!
Por las siete próximas generaciones
Por todas nuestras relaciones
Marianna Doña Loba
MAS INFORMACIÓN SOBRE LA CONVERGENCIA: https://somosmedicina.org