ENSEÑANZAS DEL CONSEJO INTERNACIONAL
DE LAS 13 ABUELAS INDÍGENAS
Por Marianna García Legar


Los pueblos indígenas han utilizado el ceremonial, el ritual, las búsquedas de visión y las plantas medicinales por miles de años con el fín abrir puertas a las esferas espirituales, para tener una experiencia directa de la divinidad o para buscar orientación. Así nos enseñan que podemos buscar el equilibrio y el propósito mediante las respuestas que la oración nos ofrece, y también experimentar nuevos estados de conciencia, explorar los huecos ocultos de la propia mente y los poderes trascendentes tras ella. Nada de esto se ha de temer si se hace con las más elevadas intenciones, dicen las Abuelas.

“Todos los seres humanos somos similares a la Creadora” dice la Abuela Marie Alice Campos Freire, de Amazonia Brasilera. “Esta es la profecía más grande que he escuchado. Por lo tanto, todos y todas somos poderosos. Nuestros sentimientos son poderosos. Nuestra mente es poderosa. Podemos hacer muchas cosas.”

Hay muchas maneras de orar, dicen las Abuelas, y todas son correctas. Su único consejo es que la gente rece llena de gratitud, y que rece por toda la Creación, ya que somos parte de toda la Creación.

Las Abuelas creen que lo que iluminará nuestro camino en estos tiempos inciertos serán las oraciones y las enseñanzas de nuestros ancestros y ancestras. En 2004, cuando el Consejo de las 13 Abuelas se reunió por primera vez, la Abuela Bernardette Rebienot de Gabón, África compartió la siguiente oración:

“Gran Maestra del Universo, Te pedimos que escuches nuestras oraciones y que protejas a Tus hijos e hijas que sufren y están en la miseria. 

El mundo llora en todas partes. El ser humano ha perdido su buen sentido. Hemos olvidado que somos hermanos y hermanas. Hemos ofendido tus leyes.

Creadora Todopoderosa, ten piedad de nosotros. Disipa la oscuridad y abre las puertas de nuestros corazones a la luz de la vida, a la luz espiritual.

Las Abuelas de los cinco continentes que nos hemos reunido en una sola voz nos postramos a tus pies y a los pies de toda la fuerza vital de la naturaleza.
Imploramos Tu indulgencia.

Hemos contaminado la naturaleza, destruido todos los espacios que Tú creaste con amor y paz. Te rogamos que nos enseñes a perdonarnos los unos a los otros, para que podemos encontrar el amor.

Espíritus del sol, de la luna, de las estrellas, de los mares, de las montañas, de la Tierra, de los bosques, del aire, del trueno, del agua, del fuego y de nuestros antepasados y antepasadas… ¡AYUDADNOS!. 

Velad por nuestra tierra, velad por vuestra progenie. Despertad en nuestros corazones la tolerancia y la unidad. Protegednos de las epidemias, de la enfermedad, de las catástrofes de la naturaleza.

Te damos gracias, Señora, por habernos cuidado hasta hoy, y te damos gracias por habernos reunido. Que Tu mano sagrada bendiga nuestro trabajo y que reine la paz en el mundo. 

Gloria a Ti Señora.”
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En la foto de Marisol Villanueva, las abuelas Bernadette Rebienot y Maria Alice Campos Freire. www.grandmotherscouncil.org